III -- Otros episodios de una vida
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Juan de Zavala cumplía por entonces los 17 años de edad.
Acerca de su vida posterior, José Garmendia Arruebarrena3 proporciona el dato de su falle-
cimiento en enero de 1649 en la villa centroamericana de Sonsonate (en el actual El Salva-
dor) de la que era tesorero. Murió sin testar y sin descendencia, haciéndose en 1653 inven-
tario de los bienes que poseía en Villafranca.
1
ACZ 12.32, Memorial, folio 49.
2
ACZ 12.32, Memorial, folio 53.
3
1998, pp. 26-27.
Domingo de Zavala y Aranguren, sobrino-bisnieto de Don Domingo,
y la continuidad del linaje Zavala.
El ganador del pleito en torno al mayorazgo Zavala, fue Domingo de Zavala y Aranguren,
bautizado el 2-4-1607 en la iglesia parroquial de Villafranca.
Debemos recordar que nuestro biografiado Don Domingo había tenido una hermana,
Catalina de Arramendía o Catalina de Zavala. Doña Catalina casaría con Juan de Maiz; la
hija de éstos, María García de Maiz y Zavala (o María García de Zavala), había enlazado a
su vez con Juan de Aranguren; el hijo y sucesor de ambos, Domingo de Aranguren y
Zavala, casó con María Ochoa de Arramendi y Semper (hija de Miguel de Arramendi y de
María López Semper de Zubillaga1; todos ellos naturales de Villafranca, al igual que los
Aranguren y los Zavala); y fue su hijo, Domingo de Zavala y Aranguren (nieto de la sobri-
na de Don Domingo), quien heredaría el mayorazgo Zavala. Así, al fallecido Martín de
Zavala le sucedió en la posesión del mayorazgo un nieto de su prima hermana María Gar-
cía de Zavala.
De este Domingo de Zavala y Aranguren (sobrino-bisnieto de nuestro biografiado Don
Domingo), proviene la rama Zavala que llega hasta nuestros días ­es decir, no de Don
Domingo, cuya descendencia legítima pronto quedó truncada, sino de su hermana Catali-
na y de su sobrina María García de Zavala­.
Los Aranguren, naturales y vecinos de Villafranca, eran originarios de la casa solar de este
nombre radicada en Abalcisqueta2 (jurisdicción de Tolosa).
Los Zavala por su parte, como ya sabemos, se habían denominado «Arramendía» hasta que
Don Domingo adoptó como apellido el nombre de su «casa solar», el caserío Zavala, situa-
do extramuros de Villafranca; su origen más lejano parece estar en la casa Arramendía de
Lazcano (cfr. epígrafe 3.1.).
Recordemos, en fin, que a Domingo de Zavala y Aranguren no le correspondía el apellido
Zavala por sus padres, sino por su abuela María García de Maiz y Zavala; y que lo tenía en
cuanto heredero del mayorazgo, ya que Don Domingo al fundarlo (1612) había dejado
establecida la condición de que los sucesores en el mismo, habían de llevar el apellido
Zavala en primer lugar.
Este Domingo de Zavala y Aranguren (1607-1657) fue, a partir de 1638, el primero de los
varios Zavalas que iban a ser sucesivamente designados por la Corona para la administra-
ción de las fábricas de armas «de Cantabria» (es decir, de Tolosa y de Placencia, en Guipúz-
coa) a lo largo del siglo XVII, en los empleos de «Gobernadores», «Superintendentes» o
«Veedores», los cuales han sido estudiados exhaustivamente por Gómez Rivero en la obra
El gobierno y administración de las fábricas de armas (s. XVII). La familia Zavala.
El linaje Zavala, protagonista de la historia de Guipúzcoa desde el s. XVII hasta el primer
tercio del s. XX, desciende por tanto en línea directa de Catalina de Zavala, la hermana de
nuestro Don Domingo, aunque es de este último de donde heredó, por supuesto, su pres-
tigiosa posición económica y social, simbolizada en el espléndido palacio de Villafranca de
Ordizia.
1
Gómez Rivero (1999), p. 52.
2
Gómez Rivero (1999), p. 28.
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