Una memoria familiar
Presentación
Rasgos de su personalidad
En esta memoria de carácter familiar y privado se recoge una colección de cuadros y un mural que Ramón pintó. De ellos se desprenden dos rasgos de su personalidad que están muy presentes en el recuerdo que de él conservan sus hijos y familia, y que reviven al contemplar este catálogo.
Ramón pintor
Ramón era un aficionado que demostró una gran facilidad y aptitud para la pintura.
Comenzó tarde a pintar y lo hizo por causa de una peritonitis aguda que sufrió en el año 1926 y de la que le salvó el Dr. Leremboure: se le recomendó reposo y se dedicó a la pintura. No recibió clases ni asistió a una escuela de pintura. Su único asesor era el pintor y restaurador Rocandio. Estaba dotado no sólo para la copia sino también para la pintura al natural, tal y como se desprende de sus bodegones, y del cuadro Concierto de pájaros, entre otros.
En la elección de los temas para sus cuadros mostró su sensibilidad por la naturaleza y su afición cinegética. Por un lado se encuentran los bodegones de flores y frutas, además de los cuadros de aves, y por otro lado los bodegones de caza.
Ramón cazador
El espíritu de Ramón por la caza se pone de manifiesto en las escenas clásicas de cacerías con perros, en las escenas que ilustran pasajes de Dickens en las que se evoca el ambiente inglés de su época.
Pero donde el Ramón cazador se evidencia mejor es en el mural de Iriondo Goikoa. Su mundo se refleja en este mural con jabalís y ciervos, y especialmente en la caza de la becada (ollagorra) con perros de muestra.
Las imágenes de los cuadros y del mural, aquí reproducidos se inscriben en un contexto de recuperación de datos y pequeñas narraciones que acerca de Ramón guardamos.
Imprimimos esta modesta y cariñosa memoria gráfica para los más allegados a Ramón Zavala, en la seguridad de que contribuye, junto a otras publicaciones de mayor entidad y alcance histórico, a la conservación de la memoria de nuestra casa y familia.
Luis Zavala